Como decirte...

Como decirte que te quiero

si no te tengo
Como decirte que te sueño
si estás en mis recuerdos
Como decirte que te anhelo
si la esperanza es lo último que pierdo
Como decirte…tanto…
en tan pocos versos

No puedo…

Como decirte…
Si cuando lo pienso ya te echo de menos

Xela

El Angel Perdido

Sinopsis y argumento del libro Javier Sierra de El ángel Perdido, un libro de Narrativa:

Una vertiginosa aventura que se adentra en los rincones más oscuros de la historia, la ciencia y la mitología. El mejor Javier Sierra nos sumerge en un mundo en el que historia, magia, tecnologías ancestrales y ciencia de vanguardia se aúnan en un thriller tan evocador y documentado como original. Mientras trabaja en la restauración del Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela, Julia Álvarez recibe una noticia devastadora: su marido ha sido secuestrado en una región montañosa del noreste de Turquía. Sin quererlo, Julia se verá envuelta en una ambiciosa carrera por controlar dos antiguas piedras que, al parecer, permiten el contacto con entidades sobrenaturales y por las que están interesados desde una misteriosa secta oriental hasta el presidente de los Estados Unidos.

La Guerra de las Rosas II(El Señor del Norte)

La guerra de las rosas II de Sharon Kay Penman:
Tras la decisiva batalla de Tewkesbury, Eduardo de York ha recuperado el trono. La casa de Lancaster yace a sus pies destruida, e Inglaterra parece al fin pacificada. Su leal hermano Ricardo ha sido nombrado Señor del Norte, mano derecha del rey, y el futuro parece al fin libre de los interminables conflictos que han asolado su vida. Pero el traidor destino tiene reservadas otras cartas...

Travesuras de la niña mala

Travesuras de la niña mala de Mario Vargas Llosa:
¿Cuál es el verdadero rostro del amor? Ricardo ve cumplido, a una edad muy temprana, el sueño que en su Lima natal alimentó desde que tenía uso de razón: vivir en París. Pero el rencuentro con un amor de adolescencia lo cambiará todo. La joven, inconformista, aventurera, pragmática e inquieta, lo arrastrará fuera del pequeño mundo de sus ambiciones. Testigos de épocas convulsas y florecientes en ciudades como Londres, París, Tokio o Madrid, que aquí son mucho más que escenarios, ambos personajes verán sus vidas entrelazarse sin llegar a coincidir del todo. Sin embargo, esta danza de encuentros y desencuentros hará crecer la intensidad del relato página a página hasta propiciar una verdadera fusión del lector con el universo emocional de los protagonistas. Creando una admirable tensión entre lo cómico y lo trágico, Mario Vargas Llosa juega con la realidad y la ficción para liberar una historia en la que el amor se nos muestra indefinible, dueño de mil caras, como la niña mala. Pasión y distancia, azar y destino, dolor y disfrute... ¿Cuál es el verdadero rostro del amor?

La Guerra de las Rosas I (El sol en esplendor)

La Guerra de las Rosas de Sharon Kay Penman:
Inglaterra, segunda mitad del siglo XV. Transcurren tiempos interesantes: el país está dividido, sumido en un caos de intrigas y alianzas cambiantes. Dos bandos irreconciliables, los York y los Lancaster, libran una lucha a muerte por el trono. Los reyes autoproclamados se multiplican; hombres y mujeres ambiciosos pujan por la corona. Pero en este juego de poder no hay lugar para los perdedores: una derrota en el campo de batalla puede significar una muerte brutal y la destrucción de toda una familia.

Ricardo, el hijo más joven del poderoso duque de York, ha nacido en medio de la cruenta lucha por la corona inglesa que la historia conocerá como la Guerra de las Dos Rosas. Eclipsado desde pequeño por su carismático hermano Eduardo, se ha esforzado toda su vida en ser un aliado fiel y un buen soldado para su causa, lo que no es una tarea fácil en el clima de traición y desconfianza imperante; y mantener la lealtad a toda costa puede requerir el mayor de los sacrificios.

Sharon Kay Penman redime al manipulador Ricardo III popularizado por Shakespeare y reivindica a un fascinante y trágico héroe demonizado por sus sucesores. Nunca antes la historia de Inglaterra había cobrado vida como bajo la pluma de esta autora: con una maestría indudable, Penman se adentra en el laberíntico escenario de un mundo recién salido de la Edad Media, aunando una increíble fiabilidad histórica y una narración fascinante. El sol en esplendor es sin duda el libro definitivo sobre la Guerra de las Dos Rosas.

Un beso

Marzo, 2011
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Pelo cobrizo
Labios de carmín
Flores en tu pelo
Flores de Jazmín
Dime lo que fuiste para mí
Si un sueño o una obsesión
Que con el tiempo se veló
No fuiste ningún sueño
Ni apareciste en mi imaginación
Fuiste de carne y hueso
Y fuiste una revelación
Que para siempre en mi pecho se guardó
Pues al besarte un mundo nuevo se me abrió
La cabeza me daba vueltas
Ante la posibilidad
De amarte pero en la intimidad
Sin que nadie supiera la verdad
Que mi pecho alberga un secreto
Que una vez hubo un beso
Y que ese beso me reveló
Un mundo nuevo de sentimientos
Que para siempre en mi pecho eterno se guardó

Xela

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Mis dos amores

Año, 1990

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Yo tenia dos amores,
como pupilas de mis ojos,
quería conservar.
Los regaba con lagrimas
de jubilo, de pesar,
miraba de soslayo
por no hacerles ruborizar,
pero vinieron gente extraña,
de mis ojos,
vinieron a arrancar,
una por una,
pupilas de mis ojos,
pupilas de mis labios,
de mis entrañas arrancar
y dejar ¡Ay!,
pupilas de mi alma
¿dónde están?
niños de mis ojos
vinieron dos extrañas a arrancar

Xela

Primavera

Año, 2009

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Emergiendo la primavera asoma,
dándole tregua al corazón,
retrasado en sus blancos días.
Saludaré a la mañana que florece,
a la primavera que renace,
que me regala sus días,

-Olores de vida nueva, mañana florida-

Corazón deja de ivernar, despierta
y saluda al nuevo día,
el agua de rocío baña tu cara,
nueva, deseando vivir pulsante,
nuevamente, cual alondra.

Ya eres alondra cual ave del paraíso,
vuelas surcando mares...
Rocío, mañana, renacimiento de verdores,
olores, colores,
Que el pintor-poeta, ensarta certero.

Dardo, anestesiado, que como de pluma, cae, ligero
y apenas roza y me hiere, pero su huella,
es sin duda certera, imborrable.
Ha calado hondo, y ya rebasa
lo imposible, lo impensable, acertando a desvelar,
en el olvido de mil inviernos,
el renacer de mil y una mañanas...

Xela

Oda al tiempo

Agosto 2006

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Necesito de ti,
porque vivo sin vivir en mi,
porque solo espero,
tu aire, tu boca, tu risa,
tu palabra poética,
que alimenta mi alma,
y esperando espero desvelada,
que asome una sombra en la noche.
que se derrame por mi cuerpo y que me sepa a ti!,
me huela a ti
Y que en este desespero que esperando quedo,
mi alma se calme con tu poesía que atrás quedó en mi memoria
y recordando esta,
quedó la noche presa de tu memoria,
de tu palabra,
presa de tu boca,
y quedando espero,
tus besos en mi mejilla,
en mi boca.

Si esperando digo que quedo,
¿Como es que es mayor mi desespero,
que la vaga idea de tu encuentro?,
Pues si digo vaga,
es que lejano se me hace ya tu recuerdo,
¿Pues que es el tiempo?
¿Que lejano es el segundo a la hora?
Más cercano es al minuto,
y ni esto me consuela.
Pues ni un minuto de más desespero,
aguarda mi corazón al tuyo.
Esperando queda mi agonía,
que a congoja se asemeja,
a que corra el tiempo,
pues quedo presa de su cruel destino,
que juega con mi desespero a esperarte

¿Que cruel jugarreta del destino me priva esta mañana de tu compañía?.
Si fue desespero y agonía la espera en la noche.
¿Cómo es que igual que sucede el alba a la mañana?
¿No sucede de igual forma,
tu ausencia a tu presencia?
Pues si me desesperaba esperarte,
cuando veía lógica tu ausencia.
¿Que cruel golpe del destino,
juega de nuevo el tiempo conmigo?
Que anhelando tu presencia,
esta no tengo y en su recibo,
obtengo tu ausencia.

Xela

Eclipse

Año, 1985
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Luna, lunita guapa,
a que esa pena en tu cara
¿La tierra te tapa?
¡Déjala!
¿Haces de luz iluminan tu cara?
Más bonita estarás.

No llores mi reina,
que pronto el sol saldrá,
la luna nanita queda
y tú marcharás
a la cuna, cunita ea,
a dormir resalá.

Reina, reina mía,
que no te vea más llorar
Duerme tranquila, duerme
que nada te ha de asustar

Sol, lucero, sal
consuela a la hermana luna
aurora de la mañana,
resplandor que anuncias
el nuevo día.
Duerme ya mi niña.
Duerme ya tranquila.

Xela

Soñé que te soñaba

Marzo 2009

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Soñando que te soñaba,
resurgiste de entre mis sueños,
para aconsejarme sobre él.
Soñando que te soñaba,
te soñé abrazándome a tu cuello,
antes que te me desdibujaras te soñé.
Antes que te me desdibujaras,
fuerte te agarré,
no quería que te marcharas,
fuerte te agarré.
El consejo lo interpreto,
por tu vuelta a mis sueños,
que tengo que estar tranquila respecto él
Pues si me hace vibrar el alma,
y poesía desgarrar el papel,
Tiene que ser constructivo estar con él.

Y que bonita tu sonrisa,
y que bonita composición,
ibas a cantar en el coro de la vida,
e íbamos a cantar los dos,
luego vino la aflicción de la marcha,
pero no quería partir,
del mundo de los sueños sin despedirme de ti.

Xela

La Rosa

Año, 1990
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Rosa del rosal espinoso.

Tú, la más bella entre muchas,
roja sangre, dolorosa.
¿Es esa tu belleza?

Tú, pura entre todas,
eres la elegida,
sufriente espina, sangrante.
¿Es esa tu belleza?

Tú, delicada como ninguna.
Ciego sol, abrasador.
¿Es esa tu belleza?

Tú, pétalo en flor, pétalo marchito,
torrentes de agua, inundan el camino.
¿Es esa tu belleza?

Rosa, rosa mentirosa, todo,
te lo di todo y tu me devuelves,
un corazón roto.

Insinúas tu candor,
espíritu corrompido.

Brilla la luz de tu pasión,
espíritu corrompido.

Entregas tus pétalos al sol,
espíritu corrompido.

Entregas tus raices a la tierra,
espíritu corrompido.

Té sacias de ello y de miles de ojos,
que te contemplan,
espíritu corrompido.

¿Así demuestras tu amor?
¿Es eso pureza?
¿Es eso belleza?

Rosa, rosa ingrata, todo,
te lo di todo y tu me devuelves,
un corazón roto.

Xela

Lágrima al mar

Año 2001

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Soy lágrima.
Nacida en el vientre de tu pupila.
Muriendo en el mar de tu boca.
Trágame y hazme tuya,
bendecida.

Xela

Mar de alboradas.

Marzo 2009
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En un mar de alboradas te siento,
En un mar de alboradas te anhelo.
En un mar de alboradas te sueño.

Sopla el mar, sopla el viento,
sopla mi alma, ávida de poesía,
avida de tu boca, ávida de tu risa,
anhelando amarte sin tenerte,
anhelando desearte sin tú existir en mí.

Si la poesía fuera aire,
fuera brisa en tu pelo,
fuego en mi pecho.
Calmaría mi sed de amarte,
mi sed de anhelarte,
mi sed de sentirte junto a mi fuego,
junto a mi pecho.


Xela