viernes, 24 de abril de 2009

"El Tiempo Escondido"

Escrito por: Joaquín M. Barrero.

Carta de Miguel a Rosa:

Horizontes

Rosa: Hubiera querido que no leyeras esta carta. Significaría que me tendrías a tu lado. No hablo de estar juntos en estos momentos en los que todavía tendrás el alma apagada y el amor cerrado para mí. Hablo de estar a tu lado en años venideros, viendo crecer a nuestros hijos y caer las hojas doradas de los años por vivir.
Cuando ganemos la guerra, la situación cambiará en España. Todos tendremos las oportunidades que hasta ahora nos fueron negadas. Y compartiremos la gozosa tarea de modernizar el país con amor, ya extirpado el odio sectario y clasista.
Hablo de amor. Sí. He cambiado. De verdad. La China es un mal recuerdo. Y también las mentiras. Tú has ido viendo ese cambio paulatino y con el tiempo llegarás a sentirlo dentro de ti misma, olvidando el mal que te hice.
Tiempo. Es lo que necesito para demostrar lo que digo, para que tus ojos vuelvan a mirarme con amor.
Pero, ¿qué es el tiempo? Un horizonte. Algo a lo que llegar, un destino inaprensible. Porque cuando se llega al horizonte deseado vemos que hay otros horizontes más allá, siempre, inmateriales. Como el tiempo.
Mi horizonte ahora es volver a tenerte y reanudar un proyecto de amor en la posguerra esplendorosa de la paz republicana. Y caminar juntos hacia los otros horizontes ahora vedados.
Veo mi vida antes de conocerte. Horizontes sin relevancia en la penuria de un país medieval.
Soy hombre de ciudad. Pero cuando fui a Asturias y vi aquellos paisajes entendí lo que era la belleza y el asombro. Eso es lo que también me subyugó de ti.
Quizás en otra vida, en algún lugar del tiempo, cuando seamos energía y no materia, en algún horizonte inimaginable podamos unirnos con la plenitud del amor que ahora siento por ti.

Miguel

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